Principios básicos de la fisiología digestiva en rumiantes.
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Fecha
1989Autor
Segura Canizales, F.
Publicador
ICASENA
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Resumen
Los estómagos de los rumiantes son el rumen, el retículo, el omaso y el abomaso conocidos también como panza, bonete, librillo y cuajar. El rumen y el retículo forman un solo compartimento denominado retículo-rumen y tiene a su cargo la digestión de los alimentos, función realizada por los microorganismos del rumen, regula además el paso de la digesta a través de la selección de partículas menores de un milímetro que son tamizados por el retículo omasal. El rumen actúa también como un basurero y es posible encontrar piedras, grapas, puntillas, madera, etc., que son consumidos en estados patológicos o carenciales al momento del pastoreo. Este comportamiento del retículo-rumen es el más importante de todos los estómagos y constituye la principal diferencia entre monogástricos y rumiantes. En el omaso (cuajo), el alimento es sometido a un cambio del pH, luego por enzimas digestivas del abomaso y en el intestino, a la acción enzimática del páncreas (tripsinógeno, quimotripsinógeno, carboxipeptidasa, lipasa pancreática, lecitinasa, sucrasa, maltasa, lactasa) y los jugos biliares y secreciones intestinales (enteroquinasa, peptidasa, sucrasa, lactasa, amilasa y lipasa). La absorción de la mayoría de los nutrientes se efectúa en el intestino delgado y es similar a la de los monogástricos. En resumen la digestión es bacterial principalmente en el rumen y es enzimática en el abomaso y duodeno y microbial en el ciego y colon
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